Muchos padres consideran que chuparse el dedo es una costumbre pasajera e inofensiva. Sin embargo, cuando este hábito se mantiene más allá de los primeros años de vida, puede tener un impacto negativo en el desarrollo bucal de los niños.
En odontopediatría, este comportamiento se conoce como hábito de succión digital, y requiere atención si persiste después de los 3 o 4 años.
🦷 ¿Por qué los niños se chupan el dedo?
Este hábito suele aparecer en la primera infancia como una forma de calmarse, sentirse seguros o conciliar el sueño. Durante los primeros meses o años, puede considerarse normal.
El problema surge cuando la succión se prolonga en el tiempo, ejerciendo presión constante sobre estructuras en desarrollo, como los dientes, el paladar y la mandíbula.
❗¿Qué consecuencias puede tener a nivel bucal?
Si no se corrige a tiempo, el hábito de succión digital puede generar alteraciones en la posición de los dientes y en la forma de las arcadas dentales:
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Mordida abierta (los dientes superiores e inferiores no se tocan al cerrar la boca)
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Proyección hacia adelante de los dientes frontales
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Deformación del paladar (paladar estrecho o profundo)
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Alteraciones en el habla y la pronunciación
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Problemas funcionales como dificultad para masticar o respirar por la boca
Estas alteraciones no solo afectan la salud bucal, sino también la autoestima y desarrollo social del niño.
👶 La importancia de actuar a tiempo
La infancia es el momento ideal para intervenir. Cuanto antes se detecte el hábito y se corrija, más fácil será evitar tratamientos complejos en el futuro.
Un diagnóstico oportuno por parte del odontopediatra permite evaluar el impacto del hábito y aplicar las estrategias más adecuadas para eliminarlo: desde orientación familiar y refuerzos positivos hasta el uso de aparatología interceptiva en los casos necesarios.
✅ ¿Qué pueden hacer los padres en casa?
Aquí algunas recomendaciones prácticas para acompañar al niño en este proceso:
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Observar cuándo y por qué se chupa el dedo (aburrimiento, ansiedad, sueño)
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Reforzar positivamente cuando evita el hábito, sin castigos
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Evitar regaños, ya que puede generar más ansiedad
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Utilizar estrategias visuales o premios simbólicos como motivación
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Consultar con el odontopediatra si el hábito persiste más allá de los 3–4 años
Agenda tu cita con nuestro equipo de odontopediatría y despeja todas tus dudas sobre el hábito de succión digital.
Porque una intervención a tiempo… puede marcar una gran diferencia en el futuro.
